Tomás se reprocha su propia credulidad y siente terror ante la posibilidad de equivocarse tras la crucifixión. Cuando Jesús se aparece a los Doce, se dirige personalmente a él. “Señor mío y Dios mío”.
Hoy te proponemos comenzar por visualizar este primer video, y después nuestra reflexión habitual.
Reflexión para hoy.
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