Vivir el verano desde la fe: un tiempo para el descanso del alma

El verano llega como un paréntesis en el calendario universitario, un tiempo en el que el ritmo se desacelera, las clases se detienen y los días parecen alargarse. Pero más allá del descanso físico o del tiempo libre, ¿cómo podemos los cristianos vivir el verano desde la fe? ¿Cómo transformar este tiempo en una oportunidad para crecer espiritualmente?

Desde la Delegación de Pastoral Universitaria de la Diócesis de Cartagena queremos invitarte a que no desconectes de lo esencial durante el verano. Porque el descanso verdadero no es solo para el cuerpo, sino también para el alma. San Juan Pablo II decía: «Es necesario que el hombre dedique tiempo al descanso, al contacto con la naturaleza, a la oración y a la contemplación para reencontrarse a sí mismo y a Dios» (Audiencia general, 12 de julio de 2000).

Verano: más que vacaciones, una oportunidad

La tentación de vivir el verano como un simple paréntesis donde “vale todo” puede llevarnos a dejar de lado nuestra vida interior. Sin embargo, la Iglesia siempre ha animado a los fieles a redescubrir la presencia de Dios también en los momentos de descanso. Como recordaba el Papa Francisco: «No podemos tomar vacaciones de Dios» (Ángelus, 6 de agosto de 2017).

Este tiempo puede ser un regalo para fortalecer la amistad con Cristo, para mirar hacia dentro, para recuperar el silencio que el curso a veces nos roba y para vivir experiencias que nos transformen.

El Camino de Santiago: una meta, un camino interior

Este verano, la gran actividad de la Pastoral Universitaria será la peregrinación del Camino de Santiago, que se celebrará a finales de agosto. Una experiencia que no es solo física o turística, sino profundamente espiritual.

Caminar hacia Santiago es un símbolo de nuestro caminar hacia Dios. Como decía Benedicto XVI en su visita a Compostela: «Ser peregrino no es simplemente recorrer un camino exterior, sino dejarse interpelar por lo que uno encuentra, dejarse transformar por el encuentro con el misterio, y abrirse al paso de Dios por la propia vida».

Si todavía no lo has hecho, te invitamos a visitar nuestra web y conocer más detalles de esta experiencia única, que ha marcado la vida de muchos jóvenes.

6 tips para vivir con fe el verano

A continuación, te dejamos algunos consejos prácticos para que vivas este verano como un verdadero tiempo de gracia:

1. Haz espacio para la oración

Dedica unos minutos cada día al silencio, al encuentro con Dios. Puede ser por la mañana, al atardecer o antes de dormir. La oración no se va de vacaciones.

2. Redescubre la belleza de la Eucaristía

Allá donde vayas, busca una parroquia, participa en la misa dominical y, si puedes, también durante la semana. La Eucaristía es alimento para el alma.

3. Lee un buen libro espiritual

El verano es tiempo para leer. ¿Por qué no aprovecharlo para conocer la vida de un santo o profundizar en algún texto del magisterio? El Youcat, por ejemplo, puede ser una buena compañía.

4. Sirve a los demás

Puedes dedicar algo de tu tiempo a ayudar en un campamento, colaborar con Cáritas, visitar a personas mayores o simplemente estar más disponible para tu familia.

5. Contempla la creación

San Francisco de Asís nos enseñó a ver a Dios en la naturaleza. El mar, la montaña, el cielo estrellado... todo puede ser una “catedral” donde alabar al Creador.

6. Haz una experiencia de peregrinación

Ya sea el Camino de Santiago o una visita a un santuario, caminar con un objetivo espiritual nos ayuda a descubrir que en la vida lo importante no es solo llegar, sino cómo y con quién caminamos.

Un verano con Dios no es un verano perdido

Como universitarios cristianos, no se trata de vivir un verano “aburrido”, sino de vivirlo plenamente. La fe no está reñida con el descanso, ni con la alegría, ni con la aventura. Al contrario, Dios nos llama a vivir con intensidad y autenticidad cada momento, también las vacaciones.

Santa Teresa de Jesús nos recuerda: «También entre los pucheros anda el Señor», y podríamos decir: también entre las playas, los paseos, las puestas de sol y los encuentros del verano.

Desde la Pastoral Universitaria te animamos a no dejar tu fe en pausa. Vive este verano como un regalo, como una oportunidad para encontrarte con Dios de maneras nuevas, para cargar las pilas del cuerpo y del alma.