Juan Manuel Martín Moreno
21 de nov de 20221 min.
Actualizado: 15 de may de 2023
Cuando los signos de la edad marquen mi cuerpo,
y más aún cuando afecten a mi mente,
cuando la enfermedad que vaya a disminuirme
o al causarme la muerte me golpee desde fuera,
o nazca en mi interior.
Cuando llegue el doloroso momento
de tomar conciencia, de pronto,
de que estoy enfermo o envejeciendo
y sobre todo en este último momento
en que sienta que pierdo el control de mí mismo
y que estoy absolutamente inerte,
en manos de las grandes fuerzas desconocidas
que me han formado,
en todos esos oscuros momentos,
¡oh Dios!, concédeme comprender que eres tú
-supuesto que mi fe sea lo bastante fuerte-
quien está separando dolorosamente
todas y cada una de las fibras de mi ser,
para penetrar hasta la médula, misma de mi esencia
y llevarme contigo.
Teilhard de Chardin sj