Vivimos en una época histórica tan cambiante y desafiante, que todo parece aparentemente estar en crisis, tanto en la vida corriente como en la propia Espiritualidad que intentamos vivir los cristianos.
En este sentido, se está produciendo quizás de forma compensatoria, un resurgimiento de los ideales “radicales” de la Cristiandad, entendiendo el término “radical” no como extremismo, sino como un volver a las raíces originales. Así, en la Iglesia surgen los denominados Movimientos que encauzan bajo diversos carismas toda esta sana espiritualidad.
El carisma lo suele aportar un Fundador, como lo fue en su día San Francisco de Asís, iniciador de los Religiosos franciscanos, que en la época medieval consiguieron reformar en gran medida los valores espirituales del momento histórico que les tocó vivir, hasta la actualidad. La historia de Hakuna no llega ni tan siquiera a los 10 años de vida, bajo el impulso de José Pedro Manglano, habiendo conseguido aunar a miles de jóvenes -y otros no tan jóvenes-, en España y fuera de ella, bajo un espíritu que se resume (aunque es mucho más) en la Adoración eucarística semanal acompañada de una Música casi podemos decir “celestial” si nos fijamos sobre todo en las letras de las canciones, que nos presentan la religión en su vertiente más positiva, alegre, “disfrutona”, con un espíritu viajero llevado al límite (los planes, escapadas, peregrinaciones…no entienden de límites de fronteras, desde la India hasta África, pasando por toda Europa…). ¿No te lo crees? Ven solo por comprobarlo a alguna Hora Santa de las que se celebran en la ciudad de Murcia. Bienvenido a la Revolución. No te arrepentirás.